Podemos comenzar a prevenir haciendo cambios como adoptar una alimentación saludable y realizarnos exámenes de detección de forma regular. Lo que se sabe sobre la prevención está en continua evolución. Sin embargo, las elecciones de estilo de vida afectan tus probabilidades de desarrollar cáncer.
Por lo tanto, si estás interesado en prevenir el cáncer, considera estos consejos.
El uso de cualquier tipo de tabaco aumenta significativamente la probabilidad de padecer cáncer. Fumar está relacionado con varios tipos de cáncer, como el de pulmón, boca, garganta, laringe, páncreas, vejiga, cuello uterino y riñón. Incluso si usted es un fumador pasivo podría aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón.
Evitar el tabaco, o decidir dejar de usarlo. Si necesitas ayuda para dejar de fumar, pregunta a tu médico sobre los productos y otras estrategias para dejar de fumar.
Podría reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Considera las siguientes pautas: Consuma frutas, verduras y otros alimentos de origen vegetal, como legumbres. Mantén un peso saludable. Come más ligero y magro. Evita los azúcares refinados y las grasas de origen animal.
Moderación en la ingesta de bebidas alcohólicas. Aumenta el riesgo de cáncer de mama, colon, pulmón, riñón e hígado.
Limita las carnes procesadas. Comer grandes cantidades de carne procesada puede aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.
Una dieta mediterránea complementada con aceite de oliva extra virgen y nueces mixtas podrían presentar un riesgo reducido de desarrollar cáncer de mama. Esta dieta se centra en alimentos de origen vegetal, como frutas y verduras, cereales integrales, legumbres y frutos secos. Eligen grasas saludables, como aceite de oliva y pescado.
Un peso saludable podría reducir el riesgo de desarrollar varios cánceres, incluido el cáncer de mama, próstata, pulmón, colon y riñón.
La actividad física también cuenta. Además de ayudarte a controlar tu peso, la actividad física por sí sola podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama y de colon.
Pero para obtener beneficios para la salud, se debe realizar al menos 150 minutos a la semana de actividad aeróbica moderada o 75 minutos a la semana de actividad aeróbica intensa. Puedes hacer una combinación de actividad moderada y de actividad intensa. Como objetivo general, incluye al menos 30 minutos de actividad física en tu rutina diaria, y si puedes más, mejor.
El cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más comunes y uno de los más prevenibles. Evita el sol del mediodía. Mantente alejado entre las 10 hs. y las 16 hs.
Quédate en la sombra. Las gafas de sol y un sombrero de ala ancha.
Cúbrete las áreas expuestas. Usa ropa holgada y de tejidos cerrados que cubra la mayor parte posible de tu piel.
Utiliza protector solar de amplio espectro con un FPS de al menos 30, incluso en días nublados. Vuelve a aplicarlo cada dos horas o con más frecuencia si estás nadando o transpirando.
Evita las camas solares y las lámparas solares.
La prevención del cáncer incluye la protección contra ciertas infecciones virales. Habla con tu médico acerca de la vacunación contra:
La hepatitis B. Esta puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de hígado. La vacuna se recomienda para ciertos adultos de alto riesgo, que son sexualmente activos, las personas con infecciones de transmisión sexual, las personas que usan drogas intravenosas y los trabajadores de la salud o de la seguridad pública que podrían estar expuestos a sangre o fluidos corporales infectados.
Virus del papiloma humano (VPH). Es un virus de transmisión sexual que puede causar cáncer cervical y otros cánceres genitales, así como cánceres de cabeza y el cuello. La vacuna contra el VPH se recomienda para niñas y niños de 11 y 12 años de edad.
Por ejemplo:
Mantén relaciones sexuales seguras. Limita el número de parejas sexuales y usa un preservativo durante toda la relación sexual o campo de latex durante el sexo oral. Evita la transmisión de HIV, HPV y Hepatitis B. Estas enfermedades aumentan categóricamente el riesgo de padecer cáncer.
No compartas agujas. Aumenta el riesgo de contagiar el VIH, así como la hepatitis B y la hepatitis C, aumenta el riesgo de cáncer. Busca ayuda profesional.
Los autoexámenes y exámenes regulares aumenta tus probabilidades de detección temprana, cuando el tratamiento tiene más probabilidades de ser exitoso. Pregúntale a tu médico cuál es el mejor programa de exámenes de detección de cáncer para ti.