Terapéutica utilizada exitosamente para tratar ciertos tipos de tumores cerebrales y malformaciones de los vasos sanguíneos del cerebro. Esta práctica no conlleva dolor y no causa sangrado, evitando riesgos de infección.
La radiocirugía estereotáctica combina el exacto posicionamiento del paciente mediante un sistema de inmovilización (frameless) y una precisa determinación del tumor, guiado por imágenes (IGRT). Debido a su precisión milimétrica la RC puede entregar altas dosis de radiación en pocas sesiones, con menor riesgo de los tejidos sanos circundantes a la lesión. El tratamiento se entrega en 1 a 5 fracciones y pueden tratarse más de una lesión en forma simultánea. Cuando se utilizan más de una fracción también se conoce como Radioterapia Estereotáctica Fraccionada.
Una vez que se diseña la inmovilización del paciente, se obtienen imágenes tridimensionales (Tomografía Computada) que se fusionan con las imágenes previas (Resonancia Nuclear Magnética) para lograr una precisa localización y que nos provee información del tamaño y la forma de la lesión. El equipo tratante, conformado por Médicos Radioterapeutas, Físico médico, Ingenieros y Técnico en radioterapia, utiliza las imágenes para generar el plan de tratamiento y determinar las dosis de radiación necesarias para cada caso.
En cada sesión se lo posicionará cuidadosamente en la camilla del Acelerador Lineal (LINAC) y le colocará el sistema de inmovilización personalizado. El médico verificará las imágenes obtenidas previas a la entrega del tratamiento y supervisará todo el proceso.
La radiocirugía es efectiva frente a tumores pequeños, bien delimitados, inoperables o en localizaciones de alto riesgo quirúrgico como el cerebro o la columna vertebral. Es una opción en el manejo de las metástasis, gliomas recidivantes, tumores de base de cráneo, meningiomas, schwanomas, adenomas de hipófisis, malformaciones arteriovenosas (MAV) y neuralgia del trigémino, entre otras.